Por Licenciado Miguel Pérez Rivera, .Promotor Cultural
Hubo una época en que apareció en las playas de Chitré, un enorme lagarto; el más grande que se había conocido. En el caserío le pusieron el nombre de “El Chitroso”. Además de sus dimensiones descomunales, tenía una característica que lo hacía aún más terrorífico: no tenía cola. Era muy difícil verlo ya que cargaba en su enorme espinazo hierbas, hojas de árboles de manglar que le permitían camuflarse simulando un tronco, un islote o un peñasco.
El enorme animal pronto se hizo famoso y su fama se fue extendiendo de poblado en poblado.
Este gigantesco animal devoró con avidez alarmante terneras, novillas, cerdos, perros y hasta seres humanos que se dedicaban a la pescar en los dominios peligrosos donde habitaba. Tras varias personas devoradas por el enorme animal, un grupo de hombres se propuso encontrarlo y cazarlo.
Se cuenta que días más tarde, dieron caza el horrible y grande animal. Fíjense el tamaño que tendría que se necesitaron tres carretas unidas para trasladar al animal para que el pueblo aterrorizado pudieran ver que el peligro ya había pasado.
Han pasado décadas y la historia de Chitroso, aquel horrible animal que vivía en als aguas del humilde caserío, todavía está presente.
