Por el Licenciado Miguel Pérez Rivera, Promotor Cultural.
A inicios del pasado siglo XX, las familias adineradas de Chitré se entusiasmaron en construir sus casas de dos alturas. Don José M. Márquez y Doña Amalia Márquez, propietarios de los terrenos situados en una esquina del Parque La Bandera de Chitré, encargaron al Coronel Ricardo Meléndez, de nacionalidad colombiana, la construcción de una casa de dos alturas.
Las obras concluyeron en el año 1917, y Chitré lució con este bello edificio de corte Neoclásico que hoy alberga el Museo de Herrera. Esta fue la segunda casa de dos alturas que se construía en Chitré.
Este edificio fue bendecido por el padre Melitón Martín un 17 de septiembre de 1917 siendo designados padrinos y madrinas de esta inauguración Doña Encarnación Correa y Doña Teófila de Correa, Don Delfín del Busto y Doña Nieves Pérez de Busto, Don Pacífico Ríos y Doña Juliana Solís de Ríos, Don Manuel Solís y su hija Marquesina Solís.
Este edificio fue testigo de importantes visitas del acontecer nacional de inicios del pasado siglo. Pero en 1920, la familia Márquez vendió el edificio al Gobierno Nacional que instaló allí las Oficinas de Correos y Telégrafos. En 1979, las oficinas se trasladaron a un nuevo local y el edificio cayó en desuso.
Gracias al dinámico Profesor Fabio Rodríguez Ríos y al Patronato Pro-Museo de Herrera, se hizo realidad el sueño de contar con este magnífico edificio como Sede del Museo de Herrera. Se acometió una restauración total del edificio con vistas a albergar las colecciones piezas arqueológicas, documentos y pinturas que se exhiben en sus Salas.
Finalmente el 16 de junio de 1984 se inaugura el Museo de Herrera, Fabio Rodríguez R.. La planta de Abajo acoge la Sala de Arqueología Agustín Ferrari, con una interesantísima colección de piezas arqueológicas precolombinas e incluso con una réplica de la tumba del Cacique Paris. El segundo piso alberga la Sala Herrera dedicada a Chitré y la Provincia de Herrera.
El Museo de Herrera y está actualmente administrado por la Licenciada Erilca Melgar y un dinámico equipo de funcionarios de la Dirección de Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura.
