EL JOVEN RECEPTOR SANTEÑO MIGUEL AMAYA FIRMÓ CON LOS CHICAGO CUBS
Fotografía por Sergio Vega
El domingo día 26 de julio, en el Club Los Amigos de La Villa de Los Santos, se protocolizó la firma de Miguel Antonio Amaya Oro con los Chigado Cubs.
Quien le iba a decir al joven Miguel de 16 años de edad, quien su hermano y primo le animaron a jugar beisbol en el Club Los Amigos, que un día acabaría firmando con un equipo de las Grandes Ligas en la misma cancha donde bateo y recibió un lanzamiento por primera vez. El pasado 26 de julio, ante multitud de familiares y amigos, Miguel Amaya acompañado en todo momento por su padre y agente Maximiliano Amaya, y el coach Cirilo Cumberbatch representando a los Chicago Cubs, estamparon la firma en el documento que unirá a este joven azuerense con los Cubs durante los próximos siete años en su sueño de llegar a las grandes ligas. El monto total del contrato ascendió a 1 millón 250 mil dólares, el bono más alto que recibe un jugador panameño en la historia de este deporte.
Miguel Amaya es un joven y muy reconocido pelotero que jugó en la Selección de Los Santos, en la de Panamá, en la Latinoamericana y en la Juvenil por dos veces, llegando a ser proclamado el jugador más valioso en el Torneo Nacional de Béisbol Juvenil 2015, también ha sido campeón de Sector, Jonrronero, Impulsador y Jugador más Caballeroso.
En el Club de los Amigos, Miguel Amaya visiblemente emocionado señaló “Siento una gran emoción ya que desde pequeño mi sueño ha sido ser un grandes ligas, y para ello hay que ir escalando poco a poco. Este es un primer paso y voy a trabajar fuerte para seguir adelante Voy a dejar todo en el terreno. Mucha dedicación, sacrificio y compromiso es lo que me propongo. A todos los lectores de EL PEDASIEÑO y a toda la gente de Azuero les mando un gran saludo y que Dios los bendiga”.
Maximiliano Amaya, padre y agente de su hijo Miguel, señaló que desde hace tres años que por los cazatalentos hubo un claro interés en Miguel, llevan viajando continuamente a EEUU y a la República Dominicana visitando academias, entrevistándose con entrenadores, agentes, padres, directivos, y aprendiendo de otros niños tanto de los que han firmado como de los que no lo han hecho. El contrato que Miguel firma con los Cachorros de Chicago es un contrato que le exige a Miguel un compromiso y una responsabilidad máximas, y la idea es que Miguel pueda ir escalando poco a poco en las diferentes etapas fijadas hasta llegar a jugar en Las Grandes Ligas, que es el sueño de este joven jugador y de toda su familia.
