EL RESTO DEL CAMINO ESTA ADELANTE

No basta con conocer el camino, hay que recorrerlo” ( Anónimo )

Por: Abilio E. Domínguez G
abilioeliasd@gmail.com

En lo hondo de mi alma, en el dinamismo de mi cerebro y sobretodo en el corazón, reviso mi historia personal y con asombro descubro puntos luminosos de mi vida, también noches oscuras.

Frente a esa realidad misteriosa de cada ser humano quedan patentes dos actitudes a tomar: La primera gratitud inmensa por todos los dones que la vida nos ha obsequiado y la segunda, inclinar la cabeza y reconocer con humildad y sinceridad que en la diversidad de caminos que la vida nos ha ofrecido muchas veces no escogimos los mejores, desechamos la luminosidad del claro día y preferimos la oscuridad de la noche y ello nos trajo equivocaciones, tropiezos y caídas. Esa es la gran verdad que debemos aceptar para que al final de la andadura existencial no experimentemos la tristeza del vacío y la pobreza espiritual.

Traigo a colación esta reflexión que pareciera muy patética y poco adecuada para el inicio de un Año nuevo 2015. Me animo a escribir así inspirado por dos motivaciones muy especiales­: Iniciar un año sin que la vida y compromisos se renueven seria perder el tiempo. Porque si vamos a seguir viviendo sin el esfuerzo del cambio, de la auténtica y real conversión no habría celebración porque el meollo y sentido del Año Nuevo está en la esperanza de cada uno de tiempos mejores, de nuevas confrontaciones e interrogantes consigo mismo, en búsqueda de nuevas respuestas y nuevos rumbos.

La otra motivación es que en este mes de enero llegaré a mis 75 años de vida. Esta edad significa para mi y para todos la última etapa, Es el último trayecto hacia el mas allá, es la edad de la misión cumplida, del retiro definitivo de la mayoría de las actividades y el reposo tranquilo de la mente y del corazón y de vivir a fondo la búsqueda y encuentro del tesoro escondido. Es vivir la cercanía con el Supremo Creador, Autor y Dueño único de la vida;

Es el momento de cumplir el anhelo que tanto inspiró a Agustín de Hipona:   “ Nos hiciste para ti Señor e inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en Ti “.

Ahora bien, lo antes dicho nos significa que haya que esperar la edad adulta, los años de la ancianidad para la decisión y propósito de cambio, Cada Año Nuevo, cada cumpleaños y todos los días de nuestra existencia por fuerza y por convicción nos deben llevar   a descubrir nuevas sendas, a vislumbrar que en el camino y en la forma como vivimos siempre habrá un nuevo horizonte, y la certeza que hay un final que será para cada quien tal como fue su vida. El mas allá será la recompensa para lo bueno y útil de nuestro existir pero también, no lo dudemos la pena por nuestras omisiones y desvaríos-

Para una interpretación positiva de esta reflexión quero recalcar que no importa la edad de los años vividos, lo grande y sublime es el optimismo, la alegría del vivir y la admiración y gratitud por nuestras vidas que es el gran don del Creador para cada uno de nosotros. De ninguna manera esta reflexión puede significar despedida o la idea que el final está cerca; todo lo contrario es un canto a la existencia y la esperanza de muchos años más-

Author: pedasi