María Gabriela nació en la ciudad de Panamá el 18 de mayo de 1998, con lo que cuenta con 21 años de edad. Hija de la Sra. Inmaculada Pinzón, la empresaria de Aguadulce, y de Rodrigo Cano, empresario aeronáutico chiricano.
Tras sus estudios primarios y secundarios en la Vasco Núñez de Balboa Academy, se traslada a primero a París y luego a Nueva York para estudiar en la prestigiosa Universidad del mundo de la moda The New School Parsons, School of Design, la Licenciatura en Finas Artes en el Diseño de Moda que ya conclñuye el próximo año.
María Gabriela es una gran devota de Santa Librada desde que la vio por primera vez un 19 de julio en la procesión. Este año ha encargado al pintor Iván Delgado un cuadro de Santa Librada que donará a la Iglesia de Santa Librada y que se expondrá en el Museo Belisario Porras dentro de la exposición de indumentarias de la Santa.
Desde muy tempana edad su madre la inculcó el amor por nuestro folclore y tradiciones. Ya a la edad de 3 años formaba parte de la academia de “Chavelita” Pinzón. Posteriormente, ingresó en el Ballet Folclórico de la Academia de Elisabeth y Mariluz Céspedes. Hasta los 16 años de edad, todos los sábados acudía a sus clases de baile típico. En estos últimos años de vida universitaria en el extranjero, aprovecha sus vacaciones para retomar las clases de baile. Este año está redoblando su esfuerzo para estar bien preparada para el reinado en el Festival.
Siente pasión por la pollera, desde que a los 3 años le regalaron la primera hasta la actualidad en la que tiene más de 25 polleras todas ellas confeccionadas por artesanas de Guararé, San José y Las Tablas con las que ella y su madre Inmaculada trabajan Sólo para este Festival Nacional de la Pollera ha encargado 8 polleras más. Pero, entre todas las polleras que tiene, hay dos muy especiales para ella ya que fueron las dos últimas polleras que confeccionó la difunta Casilda Vergara antes de fallecer.
SRM MARÍA GABRIELA CANO PINZÓN es consciente de la gran responsabilidad y la importante misión que tiene su papel de Reina Nacional de la Pollera, al ser embajadora permanente de la tradición y de la correcta manera de lucir nuestros diversos tipos de pollera.
